Muy cerca de este lugar, pasa la Vía Verde donde se notaba la lluvia caída hace poco.

La Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla, discurre por el antiguo trazado del ferrocarril, encargado de trasladar el mineral que se extraía en el cercano yacimiento del Cerro del Hierro, el cual estuvo activo hasta 1970.

Antes de pasar el único túnel que tiene esta Vía Verde, cogemos un desvío a la derecha que nos hace pasar por alguna que otra dificultad y que le da emoción a la ruta.

Este esfuerzo merece la pena, pues al poco llegamos a las cascadas del Martinete en la Rivera del Hueznar, un lugar mágico que deja encantados, tanto a los adultos como a los más jóvenes.

Tras este pequeño desvío de nuestra ruta, volvemos a la Vía Verde para pasar el túnel al que antes me refería y que también fue curioso transitar por el interior del mismo.

Durante todo el recorrido de esta Vía Verde, nos encontramos numerosos edificios destinados al personal de mantenimiento del antiguo ferrocarril, que lamentablemente están en ruinas.

En un recoveco que encontramos en nuestro camino, aprovechamos para hacer una merecida parada técnica.

Donde no faltaron las patatas fritas, los chicharrones de Carmona y por su puesto nuestro singular “red Bull”.

Las últimas lluvias caídas y el recientemente estrenado otoño, creaba una mezcla de colores en las hojas de los arboles, que hacían del paisaje algo realmente fascinante.

Túneles fabricados por el hombre solo hay uno en esta vía verde, pero túneles hechos de vegetación hay varios a cual más bonito, además de un puente que cruza la Rivera del Hueznar.

La Vía Verde propiamente dicha, acaba 3 kilómetros antes de llegar a Isla Margarita, tramo que hay que hacer por el corredor verde de la Rivera del Hueznar, en este tramo nos castiga un poco más el sol, pues en la parte izquierda escasean los arboles, pero a cambio nos regala vistas de unos bonitos prados.

Ya en Isla Margarita disfrutamos de una estupenda comida, pues al ser la primera ruta de la temporada, nos permitimos el lujo de degustar un exquisito menú a base de salmorejo, filetes empanados, tortilla de patatas, varios aliños y un par de postre que realmente nos supieron a gloria.

En este espectacular paisaje, los más jóvenes aprovecharon para jugar, los adultos para descansar y todos juntos para hacernos la foto de grupo en uno de los dos puentes de Isla Margarita, aunque ya faltaban algunos senderistas que se habían tenido que ir un poco antes.

Después de recoger los coches en San Nicolás y tomar el pertinente cafelito en Constantina, regresamos a Carmona con la satisfacción de haber pasado un magnifico día en un marco incomparable y en mejor compañía.
El resto de fotos podéis verlas en la galería de senderismo del apartado de socios, hasta la próxima ruta.