CAMINITO DEL REY
Longitud: 8 Km
Dificultad: Baja
Tiempo estimado: 3 horas
Fecha: 09/02/19
Hola amigos, de nuevo salimos a descubrir increíbles rincones de nuestra tierra como el que hoy nos ocupa, una ruta hecha por el hombre a principios del siglo XX, pero que desde su restauración en 2015, se ha convertido en un icono del turismo y de la naturaleza, el Caminito del Rey.
Nuestra ruta comienza en la sillita del Rey, un bello sillón de piedra donde Alfonso XIII, firmó el acta de recepción del embalse del Conde de Guadalhorce el 21 de Mayo de 1921 y donde nosotros, aprovechamos para hacernos la foto de grupo con Ana y Gregorio, pues más tarde ellos no estarían con nosotros en el caminito.
La primera parte de nuestra ruta, la haremos por la parte trasera del embalse y por un bonito bosque de pinos, por el que se cuelan los rayos de sol.
En esta parte, las aguas del río van calmadas y con un bonito color esmeralda, donde se reflejan árboles y montañas de la orilla contraria, como esta pared con una formación geológica peculiar llamada “Tafoni”, conocida popularmente como “Arco Gótico”.
Ya en la entrada del acceso Norte al Caminito y cuando nos dan permiso para entrar, nos despedimos de Ana y de Gregorio y recogemos un casco cada uno, algo imprescindible para poder realizar esta ruta.
Tras pasar por la antigua Subestación eléctrica y la presa de Gaitanejo, nos metemos de lleno en el Desfiladero de los Gaitanes, donde además de impresionarnos con sus altas y estrechas paredes, llama poderosamente la atención el conjunto de pequeñas cavidades o cárcavas, creadas por el continuo proceso de erosión que provoca el agua del río.
Al poco el caminito se ensancha y tenemos la suerte de ver pasar el tren, en uno de los tramos que tiene a cielo abierto entre túnel y túnel y donde se puede ver perfectamente, la parte más nueva que se hizo por el derrumbe provocado por una de las múltiples riadas, que se sucedían en la zona antes de hacer la presa aguas arriba y que dejo incomunicada Málaga, por vía férrea mientras duraron las obras.
Al poco podemos ver el puente del Rey, denominado así por cruzarlo el Rey Alfonso XIII el 21 de Mayo de 1921, tras bajarse del tren en el apeadero que existía en el otro lado del desfiladero y que también servía para poder descargar del tren materiales y operarios.
Con este bonito paisaje de fondo, encontramos un banco de madera en un recodo de la ruta y aprovechamos para dar buena cuenta de los bocadillos, pues al no haber tenido Red Bull, el hambre ya se hacía presente.
La primera obra que se llevó a cabo en el desfiladero, fue la realización de un canal que llevara el agua desde la entrada del desfiladero hasta el Chorro y allí, aprovechando el desnivel, dejarla caer para crear energía en la central Hidroeléctrica que se construyó. Aunque gran parte del recorrido de este canal se construyó en galería, algunas partes se hicieron a cielo abierto con gruesos muros, por cuyo interior discurre parte de la ruta.
El acceso al tercer cañón, se realiza por un tramo colgado de pasarelas que va serpenteando por las paredes verticales del desfiladero, llegando a alcanzar los 250 metros sobre nuestras cabezas y los 100 metros de profundidad.
Algunos tramos se encuentran a un metro sobre las antiguas pasarelas y entre las tablas, se puede ver con cierto desasosiego, los restos del antiguo Caminito del Rey, muy deteriorado tras más de un siglo de vida.
Durante un buen trecho de este tramo, podemos contemplar la impresionante mole rocosa del cerro de San Cristóbal con sus grandes oquedades a modo de nichos naturales, conocidas popularmente como “Las Hornacinas de San Cristóbal”.
El canal que llevaba el agua hasta el chorro, además de ir en galería y a cielo abierto, también cruzaba de una pared a otra del desfiladero, por este impresionante acueducto puente de 35 metros de longitud, a 105 metros de altura y que costo 30.000 pesetas de las de 1904.
Antiguamente este puente también servía para el paso de personas de un lado a otro del desfiladero, pero tras la restauración, se realizó un puente colgante para tal fin, que desde lejos ya es impresionante, pero cuando estas sobre él, se convierte en una auténtica pasada o un verdadero suplicio, según el miedo que se le tenga a las alturas, verdad Fernando...
El último tramo se realiza por escaleras y pasarelas orientadas al sur, con unas vistas impresionantes del poblado del Chorro y de sus alrededores.
Ya en “tierra firme”, y antes de llegar a la salida oficial del Caminito, volvemos la vista atrás, para ver el impresionante camino recorrido y que desde aquí, impresiona aún más si cabe…
La vuelta a los coches la hacemos en autobuses dispuestos para tal fin y tras el pertinente cafelito con el embalse del Guadalhorce de fondo, volvemos a Carmona, más concretamente a Botica, por donde hacía tiempo que no pasábamos y donde pudimos recordar los mejores momentos de una jornada inolvidable.
El resto de fotos, podéis verlas dentro del apartado de socios, en el álbum de fotos de la web de nuestra Peña, espero que os gusten.